Tener un superior no significa tener una relación difícil con él. De hecho, es más fácil de lo que piensas. Pero lo que de verdad te facilitará las cosas a la hora de trabajar es que esa relación sea sólida y fuerte.
Desde Workima, queremos darte unos consejillos para que mejores la relación laboral. Consigue tener una gran relación con tu jefe:
1. Conoce sus necesidades:
No es suficiente con que sepas cuál es tu trabajo y lo hagas. También es muy importante que tengas claro cuáles son las funciones específicas que conlleva tu puesto de trabajo. Si no es así, los gerentes se sentirán frustrados con tu contratación y con tu labor dentro de la empresa.
Los jefes se resienten cuando ven que los trabajadores no entienden lo que quieren y necesitan, y cerrar esa brecha de entendimiento puede generar confianza y llevarnos hacia lugares mucho más interesantes.
2. Tómate el tiempo necesario:
Tanto en la entrevista de trabajo como una vez incorporado, debes tomarte tu tiempo para entender las cosas correctamente y saber que todos remáis en la misma dirección. Asegúrate de en qué consiste el trabajo y así decidirás totalmente decidido si lo quieres o no.
Ya que te tomas este tiempo, también es bueno que el jefe tome el suyo para saber más sobre ti y sobre tu mundo; y sobre todo para estar abierto sobre cambios o cosas que podrías ofrecer a la empresa.
Si los dos hacéis esto, estableceréis las expectativas correctas el uno sobre el otro.
3. Sé transparente:
Este punto tiene mucho que ver con el anterior en realidad.
Una buena propuesta es hacer reuniones semanales, por ejemplo; para poner cosas en común, dar tu opinión, proponer mejoras, etc.
De esa manera, no solo puede ven que estás haciendo tu parte, si no que también puedes aprender a mejorar tus esfuerzos para seguir adelante.
4. Demostrar comprensión:
Resulta frustrante cuando los jefes se interponen en el camino de poder hacer bien el trabajo o de la manera que quieres. Pero es importante que olvides por un momento la frustración, seguramente ellos estén lidiando con muchos problemas a la vez. La empatía por ambas partes es muy importante.
Esto no solo ayudará a resolver problemas, sino que también generará buena voluntad, lo cual es esencial para las buenas relaciones entre jefe y empleado.
5. Saber sortear los problemas:
La mayoría de los jefes, incluso aquellos con quienes ocasionalmente puede ser difícil trabajar, sólo necesitan un poco de educación y algún recordatorio ocasional para corregir malentendidos o errores. Pero de vez en cuando, es importante que señales los problemas existentes a un superior.
Recurre a ellos en las siguientes situaciones:
· Si sus expectativas están fuera de control y se niega a escucharlas o ajustarlas.
· Si alguien, incluido él, ha sido inapropiado, hostigador, grosero o agresivo contigo.
· Cuando te ofrecen prácticas de reclutamiento discriminatorias que ninguna empresa puede tolerar.
Consigue tener una gran relación con tu jefe y esperamos que nunca tengas que sufrir este tipo de cosas y que estos últimos consejos no sean necesarios.