¿Escuchar tu música favorita en el trabajo es una buena idea?
Cada vez más trabajos hoy en día son menos físicos y requieren de mucho tiempo sentado frente a una pantalla de ordenador.
Da igual que trabajes en un despacho lleno de gente o desde tu casa, siempre tienes que intentar huir de las distracciones para que el trabajo sea más productivo; así que ponte los cascos y ¡a trabajar!
Estas pequeñas distracciones son una de las causas principales de que abramos nuestros bolsos o nuestros maletines y cojamos los cascos para escuchar música. Está científicamente comprobado que ayuda con los niveles de concentración y productividad, así como también calma el estrés y la ansiedad.
Pero, ¿escuchar música en el trabajo es una gran idea o una idea terrible?
Y, ¿qué tipo de pistas son las más beneficiosas para trabajar?
Desde Workima queremos darte unos consejillos si eres de esos que escucha música mientras trabaja:
1. No seas antisocial:
Igual te gusta escuchar heavy metal a todo volumen, pero a lo mejor a tus compañeros no les gusta. Así que asegúrate de que el volumen se reduzca a un nivel en el que nadie más pueda escuchar la percusión de tu lista de reproducción favorita, ya que puedes distraer a los demás.
Además, sé respetuoso e intenta evitar cantar en voz alta. Puedes tener la voz de un ángel, pero esto puede ser perjudicial para quienes te rodean. Escuchar música a un volumen bajo o moderado también te permite escuchar conversaciones desde el escritorio, una llamada telefónica o a personas que te llamen por tu nombre.
2. Elige tu lista de reproducción sabiamente:
El tipo de música que elijas escuchar puede tener un impacto en tu estado de ánimo y en el rendimiento laboral general. Una gran cantidad de investigaciones han demostrado que escuchar música clásica mientras se trabaja beneficia el cerebro, el sistema inmunológico, los patrones de sueño y los niveles de estrés. Las canciones con letras, por otro lado, en realidad pueden tener un efecto perjudicial en el rendimiento de tu trabajo, especialmente cuando se trata de leer o escribir. Intenta seleccionar música clásica de piano o la banda sonora de una película la próxima vez que te pones los auriculares y verás qué bien te va.
3. Cuándo quitarla:
El aprendizaje requiere que tu cerebro analice los hechos y recuerde las instrucciones, lo que puede ser una tarea difícil cuando tienes música. Significa que tu cerebro está tratando de procesar datos auditivos mientras procesa la nueva información que está tratando de absorber.
¿Puedes hacer dos cosas a la vez?
Esta multitarea puede interrumpir tu capacidad de aprendizaje y los esfuerzos del cerebro para concentrarse, lo que significa que no puede retener toda la información o recordar algo correctamente. Por lo tanto, es importante apagar la música si necesitas aprender algo nuevo, especialmente si la playlist tiene letras. Esto es particularmente cierto cuando escuchas música nueva, ya que los sentidos auditivos de tu cuerpo pueden distraerse de la tarea que tienes entre manos y pasar a concentrarte en la nueva música que te gusta.
4. Cuándo encenderla:
En general, la mayoría de las investigaciones han demostrado que las personas que escuchan música mientras trabajan en tareas repetitivas rinden más rápido, mejor y cometen menos errores. Esto sucede porque cuando escuchas música que disfrutas, desencadena la liberación de neurotransmisores que te hacen sentir bien, como la serotonina y la dopamina, que te ayudan a sentirte feliz, relajado y enfocado. Un estado de ánimo mejorado también significa que es más probable que interactúes positivamente con quienes te rodean. Además, la música puede ser inspiradora, promoviendo pensamientos creativos y alentadores.
